La pandemia de COVID-19 ha provocado graves trastornos y dificultades socioeconómicas. Apoyada por una respuesta política sin precedentes y por la relajación de las medidas de contención a medida que se moderaba la tasa de infección, la economía de la zona euro se recuperó inicialmente con fuerza de la primera oleada de la pandemia. Sin embargo, la gran segunda oleada y la reimposición de las medidas de contención sugieren un impulso de crecimiento mucho más lento a corto plazo. Las perspectivas son de una recuperación económica tenue y una baja inflación, con una importante pérdida permanente de producción en relación con la trayectoria anterior a la crisis. La incertidumbre sigue siendo muy alta, principalmente debido a los diferentes escenarios de la pandemia, incluso en lo que respecta a la disponibilidad y eficacia de las posibles vacunas y terapias y a los cambios de comportamiento. Se espera que el crecimiento de la producción sea mucho menor hasta el primer trimestre de 2021 que el previsto en el informe WEO de octubre de 2020, pero podría recuperarse más allá de esa fecha a la luz de las recientes y prometedoras noticias sobre el desarrollo de vacunas. El principal desafío en materia de políticas es seguir luchando contra la pandemia y, al mismo tiempo, facilitar una recuperación sólida e inclusiva, entre otras cosas, abordando la crisis sanitaria, conteniendo las secuelas económicas, apoyando la reasignación de recursos y la transformación hacia economías más ecológicas y digitales, y limitando el impacto de la crisis en la desigualdad y la pobreza. En un escenario adverso, se necesitaría un estímulo adicional considerable

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator