Tierramadre es una obra que propone un movimiento descolonizador. En este proceso tal vez no hace falta inventar un camino, sino retomar el que siempre estuvo y una buena parte del pueblo americano (popular, campesino, mestizo, originario, suburbano y cada uno de nosotros en cierta medida) jamás abandonó; allí donde se da la verdadera comunidad y el hombre como unidad desaparece o carece de importancia. Es lo que Emiliano Bertoglio resume cuestionando la fórmula ‘luchar por cambiar el mundo’ en contraposición con dejar a la Tierramadre que sea, y nosotros con ella. El libro es una sincera y bien intencionada invitación a mirarnos todos -todos- al espejo (Rosalía en Tierramadre, 2014, p. 16).